Hey, tú

Destrúyeme, como únicamente tú sabes. Acaba conmigo, maltrata nuestro recuerdo, daña mi consciencia. Tan solo no me abandones jamás.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Hoy me levanté tan temprano como una persona sin nada que hacer lo hace, cepillé mis dientes y observé el vacío apartamento. Mi hermana aun yacía dormida y reprimiendo las ganas de despertarla me fui hacia la sala, donde la soledad fue inminente. Terminé de leer un manga, publiqué la actualización de un fic inconcluso, almorcé y me senté una vez más frente a la pc. Mi día se redujo a eso, una ducha rápida y una lectura sin finalizar al culminar del día.
A horas de la noche llegó la esposa de mi papá, me saludó vaga como siempre y se retiró a su habitación.
Mi hermana se encontraba en la suya y yo seguía en la sala, con mi peluche de 10 años de edad a mi lado y una vaso de agua cerca de mí. Me centré una vez más en leer y a la vez enfriaba mi concentración en un sólo pensamiento: "Mierda, tengo que finalizar el epílogo, está mediocre y luego de 20 capítulos más, sería improcedente dejarle así".
El caso es que le releí una y una y otra vez, pero nada. Ni la situación más absurda me motivó.
Luego de mi lucha existencial, la puerta se entreabrió y mi padre entró a la casa, me saludó con un beso y se fue a la habitación, minutos después regresó vistiendo una sola pantaloneta.
Mantuvimos una charla y en un momento me dijo si algo me sucedía... la verdad, es que así era. Lo negué y le dije que tan sólo quería regresar a casa, con mi mamá y mi hermana mayor, en la ciudad que me había acogido por más de 5 años. A la vez que las palabras se me atragantaban en la garganta, el gusanito de la culpa me impedía el habla. Sabía lo que representaba mi estadía acá para él y me dolía más que a él, confesarle mi necesidad de irme.

Minutos después, me preguntó mis planes para entrar a una de las mejores universidad de Colombia, le conté sobre ello y nada más surgió. Mamá llamó tiempo después y hablé con ella tanto como los minutos lo permitían;  lloré un poco al escuchar su voz y me encerré en el baño para que nadie viese mi momento de debilidad  Le dije que la extrañaba y colgué.

Entonces aquí estoy, con un día de emociones vacías y una opresión en el pecho.
También viendo esta foto, que me transmitió muchas emociones, ¿sólo soy yo o expresa infinidades de situaciones?

Nos leemos mañana.
Dayana González



Decidí, luego de muchas connotaciones mentales, hacer esto una especie de diario. ¿Si han visto: el diario de Briget jones? Bueno esa seré yo... sólo que con cavilaciones diferentes y un poco más ambiguas.
El caso es que, escribiré acá mi rutina día tras día. Nos vemos en otra publicación c;