Hey, tú

Destrúyeme, como únicamente tú sabes. Acaba conmigo, maltrata nuestro recuerdo, daña mi consciencia. Tan solo no me abandones jamás.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Hoy tuve una fuerte discusión con mi mamá, las típicas de siempre, donde con gritos intenta controlar toda mi vida, desde que veo hasta con quienes me junto. Si uno lo ve desde una perspectiva de tercero, la situación resulta tan cotidiana, que, la pelea queda como una tonta del montón amontonada en una oscura esquina, pero lo cierto es que estoy cansada de que intenten controlar mi vida. Bien, no tengo nada en contra de la imposición de horarios o tareas, pero de ahí a intentar buscar problema para tener como excusa el no dejarme salir, me enferma.
A veces quisiera simplemente largarme, como toda adolescente. Pero sé que es improcedente. Vaya niña que soy; me enferma el simple hecho de que quieran que cumpla con cada mínima regla, como si fuese su mascota.


jueves, 8 de noviembre de 2012

Las personas resultan ser demasiados engañosas. A veces, cuando intentas ser sincero y abrirte ante los demás esperando a que se comporten de igual manera, o al menos no finjan e imiten emociones, te llevas un fiasco. Al menos, eso me sucedió a mí.
No es como si pudiese decir que jamás me han engañado o que no he engañado. Como parte de mi naturaleza humana, engaño, miento y finjo emociones en momentos expuestos al estrés pero nunca esperé experimentar algo como esto. Sentí mis emociones tan vividas que creí por un segundo que sucumbiría a la violencia, pero he madurado un poco más, entendí finalmente el cliché que más absurdo me parecía: No confíes nunca totalmente en alguien.

La gente es realmente hijo de puta; sin embargo, confío en que el karma hará lo suyo.

miércoles, 24 de octubre de 2012


En un trabajo del colegio nos pidieron escribir cómo creíamos que seríamos de ahora en adelante, para ser exactos, en diez años desde la fecha de hoy. Siendo un poco honesta, esa fue exactamente la pregunta que me hizo callar en la entrevista con una universidad hace unos días atrás; donde, por cierto, no obtuve beca en la carrera escogida sino en otra que, aunque me atrae, no es lo que mueve mi mundo. Siempre he pensado que si voy a hacer algo el resto de mi vida, tiene que ser tan fantástico y preciso que agite de manera abrupta mi entero universo. Por eso, la rechacé. Mi familia no sabe sobre eso, no quise comentarle que tuve el lujo de rechazar tremenda oportunidad; es muy posible que aunque digan entenderlo, no lo hagan. No quiero reproches silenciosos.

A lo mejor, he pasado tanto tiempo esperando crecer que ahora simplemente no sé si hacerlo sea tan conveniente. Sentirse vulnerable ante una pregunta hipotética me hizo preguntarme si estoy realmente preparada para afrentar lo que significa estar viva, vivir y ser consecuente con las acciones. He visto a tantos adultos crecer sin tener idea, que, temo ser una de ellos, moverme con la multitud, ser una del montón sin ese toque mágico que poseen las personas que de verdad triunfan. Y no me refiero al triunfo monetario; ya que para mí, lo material es eso, materia que no representa ni en mínima parte una felicidad valedera. Sino al triunfo emocional, la satisfacción propia, el orgullo mudo que cautivará cada fibra de lo que soy y seré.

Sin adentarme más en eso, me centraré en responder la pregunta. Creo que mi necesidad de explicar todo me ha hecho alejarme de la cuestión en general. Me disculpo por eso.
Ahora, ¿Cómo me veo en 10 años más?
La pregunta se dividía en partes: La parte espiritual, material, emocional y laboral.

Parámetro espiritual:

Nunca he sido muy espiritual, si nos referimos a la creencia absoluta e incuestionable sobre algún dios, aun cuando la mayoría de mi familia sí lo es y he estado influenciada por ellos gran parte de mi vida. A lo mejor, soy demasiado escéptica sobre todo y nada. Dudo sobre la duda misma, eso es algo que le debo a la lectura. Sin embargo, espero estar en armonía conmigo misma y llevar una vida pulcra en muchos de esos aspectos espirituales de los que estamos tratando.

Parámetro material:

Nunca me he interesado sobre lo material, a lo mejor porque nunca he poseído tanto lujos como para echarlos de menos. No es como si careciera de alguno que otro gusto; pero no he vivido rodeada de lujosos automóviles, casas u otros objetos que, para ser sincera, tampoco quiero. Sí, mentiría si dijera que no existen esos momentos donde desearía que la vida resultara más simple; pero, como leí en el Elogio de la dificultad, la realización de algo que resulta dificultoso otorga la satisfacción personal que, como todo ser humano, no me es inmune. Así que, en diez años, supongo que el dinero mediante mis logros, llegará solo.

Parámetro emocional:

En lo personal, lo emocional es de suma importancia. Mientras esta pequeña parte se encuentre estable yo viviré tan feliz que nada faltará y lo demás será, sin duda alguna, problemas banales sin importancia más grande que la superficial.  Aún cuando no me veo con esposo, hijos o suegra. Quiero que mi familia -referente a mi mamá, papá y hermanos- se mantenga junto a mí. Y... a lo mejor compre un perro, quién sabe. Mi fanaticada por los animales es cosa loca.

Parámetro laboral:

Esto, es honestamente, el centro de mi mundo. Acá es donde quiero lucirme. Es donde me luciré. Por eso, en diez años seré tanto y sabré tanto que cualquier conocimiento me resultará valedero. Y la dificultad al conseguirlo proporcionará el poco de felicidad faltante en mi vivir.

No señale el esperar la felicidad. Tan anhelante por todos. Porque, siendo un poco más franca, ya soy feliz. Sólo me faltan esas pequeñas cositas que. como mencioné antes, me brindarán lo que "falta".

viernes, 19 de octubre de 2012


¿Cuál es la lección más importante que has aprendido en tu vida?

Muchas, que las cosas buenas llegan cuando menos las esperas. Que las personas no siempre son lo que aparentan, que Dios es tu único amigo fiel, que si te esfuerzas los objetivos son fáciles de conseguir. Que el dinero sin corazón no es nada, que los amigos lo son mientras no opaques su propio brillo y sobre todo que al hacer las cosas en silencio DIOS y la vida te recompensan en público.

¿Qué has aprendido tú?


Mañana es tal vez el día más importante de mi vida hasta ahora. Supongo que es usual sentirse abrumado y no lograr aclarar las ideas de manera correcta; es normal estar así, ¿No?
Es realmente irónico como me siento tan jodidamente insatisfecha, estoy cerca... muy cerca, sólo es cuestión de respirar hondo, descansar un poco e ir mañana para mostrarle a la gente que tiene su mundo en mis manos cuan capacitada estoy para esto. Parecía demasiado fácil mantener la calma unos días atrás, pero, ... No lo es en lo absoluto.

Mañana, yo, prometo que daré cuanto puedo y luego sonreiré pensando que tan difícil pudo ser lograrlo. Porque yo nací para esto, así fue. Esto es mío, de nadie más.

Así que... aun cuando creo que lloraré hasta dormir por el pánico que invade cada parte de mi cuerpo, mañana al lavar mi rostro, justo antes de bañarme le regalaré a mi reflejo la sonrisa más honesta y ambigua. Diciéndome, que el momento es ahora y mañana... mañana me luciré con tantas ganas que los demás al tomar su decisión las respuestas serán claras.

Así será. Así será.


viernes, 28 de septiembre de 2012

Página Web


Dago Shar.











Página Oficial de Twitter. https://twitter.com/DagoShar Me siento un poco egócentrista haciendo esto, sin embargo, si existe alguien que desee entablar una conversación conmigo o leer algo más inédito e impersonal pues aquí está.

Lo más extraño de esto es que antes cuando buscaba un medio de comunicación externo, las palabras revoloteaban incesantes en mi cabeza, muy al contrario de ahora que con dificultad logro escribir algo medianamente coherente. Lo único que se me ocurre pensar es que la vida es jodidamente irónica.

Creo que lo único que comentaré por el momento es que,
Hay personas... personas con suerte que siempre obtienen lo que quieren, cómo si existiese una fuerza excepcional que ejecutará cuanto le fuese posible, para tornar sus deseos realidad y, hay otras personas. Personas como yo, tal vez personas como tú, que por cada paso que dan, el resto da dos.

Qué se puede hacer en ese caso? La verdad... no lo sé. La respuesta más simple puede ser la correcta. Tal vez el ser irremediablemente convencional ayude también o, el escepticismo. Quién sabe.

A fin de cuentas, la vida es así y contra eso, nada.

Me gusta escribir por la sencilla razón de qué sin importar cuan tonta suene lo que relate en un momento de melancolía, tristeza, rabia o sus derivados,  habrá alguien lejos o cerca que comprenderá mis sentimientos. Me gusta escribir porque cuando lo hago me siento volar y experimentar inmensidades de mundos y posibilidades.  Me gusta escribir porque... de esa manera dentro de mí comprendo que a lo mejor... no estoy tan sola como creo. 


alone, cry, crying, dog, girl


Siempre estás llorando, pobre niña tonta. Ahogándose en sus penas silenciosas, temiendo por el abandono que una y muchas veces ya sufrió. ¿A qué tanto le temes tú? Yo, antes le temía a lo visible, a los hombres rudos, a las públicas humillaciones, a los falsos amigos que con promesas rompían mi tonto corazón. Ahora, ahora... le temo más aquello que no puedo ver, que se encuentra oculto en la oscuridad de mi mente. Eso, que sin apuro me atormenta cada minuto de mi apática existencia... eso es lo que me atemoriza a mí.