Hey, tú

Destrúyeme, como únicamente tú sabes. Acaba conmigo, maltrata nuestro recuerdo, daña mi consciencia. Tan solo no me abandones jamás.

martes, 3 de diciembre de 2013

Me lastimas sin siquiera percatarte, sigues adelante mientras yo continúo acá, extrañando tu presencia. ¿Cómo es posible que seas tan fría y distante, cómo es posible que tu desinterés me hiera hasta este punto? Sé que tienes a alguien más, sé que le quieres, pero, ¿qué hay de mí, qué hay de esta tonta que te anhela cada instante? Me desprecio por pensarte a este nivel, desprecio cada espacio interno, cada rastro de tu presencia... deseo odiarte, pero me es imposible, porque aún me importas tanto que antes de odiarte a ti, llegaré a odiar cada parte de esta insulsa alma sin ti.
Piénsame, quiero que me pienses... acuérdate de mí, no me hagas sentir tan miserable.
A este punto no sé nada, no sé si te quiero o no en mi vida, pero ciertamente no te quiero en la de ella. ¿Soy injusta? ¿es egoísta quererte así? Vamos, dime...
No la quieras a ella, no quieras a nadie que no sea yo, véeme como yo te veo, piénsame como yo te pienso y no dejes que abandone tu mente jamás.
Basta de hacerme daño, basta. No quiero más esto, no quiero ni soporto más este sentimiento. Me está quemando, por partes, lento e incesable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sé libre de comentar