Hey, tú

Destrúyeme, como únicamente tú sabes. Acaba conmigo, maltrata nuestro recuerdo, daña mi consciencia. Tan solo no me abandones jamás.

viernes, 28 de septiembre de 2012


Lo más extraño de esto es que antes cuando buscaba un medio de comunicación externo, las palabras revoloteaban incesantes en mi cabeza, muy al contrario de ahora que con dificultad logro escribir algo medianamente coherente. Lo único que se me ocurre pensar es que la vida es jodidamente irónica.

Creo que lo único que comentaré por el momento es que,
Hay personas... personas con suerte que siempre obtienen lo que quieren, cómo si existiese una fuerza excepcional que ejecutará cuanto le fuese posible, para tornar sus deseos realidad y, hay otras personas. Personas como yo, tal vez personas como tú, que por cada paso que dan, el resto da dos.

Qué se puede hacer en ese caso? La verdad... no lo sé. La respuesta más simple puede ser la correcta. Tal vez el ser irremediablemente convencional ayude también o, el escepticismo. Quién sabe.

A fin de cuentas, la vida es así y contra eso, nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sé libre de comentar